Cuando ingeniería y antropología piensan juntas

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¿Qué es la microgeneración mediante energías renovables? ¿estás segura de que es algo en lo que puede colaborar un antropólogo? suena a ingeniería, suena a… no, definitivamente no es algo que suene a antropología.

¿No? bueno, déjame convencerte. Intentaré que después de este artículo tengas las ganas de involucrarte, como antropólogo, en una propuesta tan interesante como esta, que puede generarse tanto a partir de iniciativas de los ayuntamientos como de empresas privadas.

Por un lado, la microgeneración de energía consiste, según la definición de la UE, en “la producción agrupada o cooperativa a pequeña escala en las comunidades para satisfacer las necesidad locales (…) engloba diversas tecnologías que se caracterizan por su carácter renovable” es decir, se trata de una generación de energía a pequeña escala que constituye una provisión eléctrica rural. La electricidad generada podría abastecer tanto a domicilios particulares en situación de pobreza energética como a edificios públicos como hospitales, ayuntamiento o la comisaría. Además, en el caso en el que se generase más energía de la consumida, ésta se podría inyectar a la red general e ingresar dinero por ello.

Es un un proceso que incluye al usuario final en todo el curso de la producción y control energético de las poblaciones y transforma el trato de “cliente” del modelo clásico de provisión de energía, evitando a su vez costos y pérdidas en el transporte y la distribución final de ésta. Es un plan de lo más interesante dentro de la UE y las tendencias cada vez están más encaminadas a nuevas políticas industriales y de energía renovable como son las redes eléctricas inteligentes (smart grids en inglés). Desde el CESE (Comité Económico y Social Europeo) se insiste en la importancia de la presencia ciudadana en el proceso del diseño estratégico para “mejorar las condiciones de vida y de trabajo de los ciudadanos y las empresas.” Está claro que esta mayor participación de la sociedad civil junto a las empresas y expertos requiere de una convivencia y entendimiento. Es aquí donde entra la antropología.

 

 

La antropología, como disciplina que estudia al ser humano en el marco de la sociedad y el entorno al que pertenece se basa en una metodología etnográfica para recoger el conjunto de datos sobre un grupo social determinado. Basándose en la observación participante (convivir con el grupo, dar cuenta de lo que el grupo dice y hace, así como sus manifestaciones culturales) el antropólogo realiza diversas entrevistas para conocer más a fondo los significados que personas individuales inscritas en un colectivo social y cultural otorgan a las acciones de su día a día, con una consiguiente interpretación de los datos recogidos. Este análisis sería cualitativo y nos convence por el trato tan directo y primario (Einstein decía que “la teoría es asesinada tarde o temprano por la experiencia”). No obstante, siempre es importante y útil combinarlo con diferentes técnicas cuantitativas para respaldar los resultados con datos y estadísticas.

Ahora bien, ¿cuál sería entonces el papel del antropólogo en un proyecto así? el técnico interesado en la iniciativa de tal proyecto va a hacer una intervención directa en el pueblo y va a necesitar, por tanto, información sobre éste y sus habitantes. Así, es importante que un experto en el campo de lo social observe cómo afectaría este cambio. Se podría partir con trabajo de investigación historiográfica (cómo se relacionan en ese pueblo, qué historia industrial/económica ha existido) para que los ritos y comportamientos cotidianos observados en la actualidad tuvieran un contexto. Las entrevistas pueden dar información, también, sobre nuevas formas potenciales de energía: los saberes y conocimientos del pueblo, dónde está ese riachuelo o molino abandonado que puede servir para generar energía.

Por otro lado, como se trata de un proyecto que trata de incluir a los habitantes del lugar para que en un momento sean autosuficientes, es muy importante la comunicación y formación. Aquí, el antropólogo se encargaría de esta mediación entre los técnicos expertos y las personas interesadas en saber más sobre microgeneración para generar espacios participativos. Se podrían organizar unas jornadas de encuentros entre los diferentes agentes implicados en donde haya un intercambio de información y saberes para, por un lado, obedecer a las necesidades de la población sin realizar un fuerte impacto en su entorno y, por otro lado, explicar y mostrar a la comunidad las diferentes técnicas que se llevarán a cabo, qué consecuencias y mejoras traerán, etc.

Para que nos quede claro y podamos visualizar un ejemplo en nuestra cabeza: las Islas Canarias es una región que cuenta con muchas opciones para la instalación de fuentes renovables: hay viento (generación eólica), hay sol (generación fotovoltaica) y hay energía geotérmica (al tratarse de una zona volcánica, el calor de la tierra se encuentra muy superficialmente). Con esta última, siguiendo la idea de lo que se ha explicado, podría proponerse un pequeño proyecto rural de aprovechamiento de esta energía para la generación de electricidad directamente mediante una central geotérmica. Ésta, gracias al encuentro e intercambio de conocimientos entre residentes del lugar e ingenieros técnicos, se habría construido escuchando las demandas y necesidades de los vecinos quienes, a su vez, habrían sido formados en aspectos básicos para la gestión de la central. Esto les haría partícipes no sólo del consumo final sino de todo el proceso de (micro)generación de energía.

Finalmente, lo que sería muy útil e interesante sería redactar un informe socio-cultural donde se recopilase toda la información de lo que se va a realizar en la comunidad. Éste se entregaría a las autoridades públicas junto al informe medioambiental de los técnicos para que así se pudiera valorar desde las diferentes entidades si interesa/se puede llevar a cabo.

De esta manera, se evidencia cómo la antropología puede mejorar un campo tan diferente como es la ingeniería y cómo juntas pueden conseguir resultados que se adapten mucho mejor a las necesidades de la sociedad. Si somos capaces de tender puentes entre los diversos saberes, podremos cambiar aspectos de nuestro entorno a mejor.

 

Propuesta de resolución sobre la microgeneración (UE):
http://www.europarl.europa.eu/sides/getDoc.do?pubRef=-//EP//TEXT+MOTION+B7-2013-0388+0+DOC+XML+V0//ES

 

Antropóloga social por pasión por entender la diversidad de miradas. Ahora mismo cursando estudios sobre Globalización con especial atención en el Sur global. Desde niña he estado muy conectada a la causa saharaui lo que me ha permitido trabajar en temas de migraciones, colonialismo e identidades desde el Sur. Tengo experiencia en varios proyectos de cooperación en los campamentos de refugiados saharauis en Argelia y Grecia. También en Montevideo con diferentes talleres en escuelas con menos recursos. Por otro lado, he colaborado durante años en el Festival Internacional de Cortometrajes de Aguilar de Campoo y otros eventos de artes escénicas.

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